viernes, 16 de noviembre de 2007

En la cama...

Luego de la luna de miel, un viaje de ensueños, lleno de hermosos y únicos momentos, que atesorare siempre en lo mas profundo de este amor... comenzamos poco a poco a retomar nuestras rutinas... Rutinas que, sin duda, ya jamás serian las mismas.
La casa, el trabajo, los amigos, los compromisos... en fin, la vida con todos sus detalles y quehaceres. Vida que hasta esa firma y ese sí! que nos unio por siempre, era simple y egoísta...
Una vez instalados en el "rectángulo" que fue nuestra casa los primeros meses... tratábamos poco a poco de acomodarnos el uno al otro, de acoplarnos y entendernos. Acomodarnos a vivir de a dos, a compartir la cama, el baño, los amaneceres y los mil detalles que nos hacen seres humanos; Aun pudorosos y un poco avergonzados de compartir aquellos rituales intimos que estábamos acostumbrados a hacer en soledad... Me refiero a la ducha, lavarse los dientes, ponerse el piyama, acomodarse en la cama y dormirse... para luego amanecer despeinados y en mi caso sin maquillage, con olor a cama y sin el "glamour" de "novia" eternamente arreglada junto a un hombre de cara adormilada que se negaba a despertar y levantarse pese a que la hora nos pisaba los talones...

¡¡¡Como nos costo acomodar nuestra rutina en la cama!!! Nos dormíamos abrazados, entrelazados, siendo un solo cuerpo de amor y entrega... pero entrada la noche, inconscientes y ajenos, desacostumbrados a la presencia de ese "otro" junto a nosotros, comenzabamos a luchar por el "terreno" en nuestro nidito de amor. Su pierna sobre mi vientre o su brazo en mi pecho, me causaban pesadillas interminables y con mis alegatos, provocaba que él hablara dormido cosas indescifrables. Él se atravesaba en la cama y yo despertaba estrellada contra la muralla molesta por ese hombre que decía amarme y no se preocupaba por mi comodidad. Otras veces, con un sueño pesadisimo, me adormilaba acurrucada entre sus brazos mientras él hablaba, al notarlo él me movia para despertarme y decirme que no tenia sueño, el despertar brusco siempre me ha desvelado, pero enamorada y dispuesta a hacerle compañía, me acomodaba para iniciar la conversación entonces, él se dormia profundamente. Enojada yo, por que él roncaba ajeno a mi, mientras yo contaba ovejas, intentaba molestarlo, despertarlo pero jamás lo conseguía, por qué, hasta hoy, tiene el sueño pesadisimo y si lograba que abriera los ojos me hablaba inconsciente y decía mil locuras que yo insistía en descifrar para luego descubrir que estaba, aunque sentado en la cama y con los ojos abiertos, completamente dormido. A él le gustaba la cama con muchas frazadas, pesada, por que siempre tenia frío (solo por amor (y vergüenza) dejo de acostarse con gorro y calcetas chilotas en invierno) Y yo, invierno o verano, acalorada y sin soportar mas que una frazada; Él aguantaba heroico, pero pasaba frío y se agripaba y yo enamorada, cedía a sus necesidades pero me acaloraba demasiado y me desvelaba (nótese que el insomnio siempre a rondado mi vida y a sido un verdugo de mis noches). Los fines de semana él se despertaba a las 9, nunca mas tarde y yo podía dormir hasta las dos de la tarde sin problema y me enojaba por qué el se empezaba a dar vueltas en la cama para que yo despertara y él se aburria de mi sueño insaciable.

¡Como nos costo acomodarnos, conocernos, entendernos y respetarnos en la simple rutina del dormir...! minúsculos detalles que fuimos afinando y arreglando, hasta llegar a compenetrarnos y acostumbrarnos el uno al otro a tal punto que si hoy él no esta junto a mi, no puedo dormirme y él no sabe, ni puede volver a dormir en soledad.

3 comentarios:

Cristián dijo...

Ja, que paso el nuestro!!!. Recuerdas cuando soñabas que una rueda de moto te aplastaba?... Por supuesto que no podemos volver a dormir solos, no por elección propia por lo menos. Tengo buenos recuerdos del "rectángulo" en el que nos instalamos al pricipio, al que tuvimos que volver al tiempo ahora por un periodo un poco mas largo, de todos modos no cambio el cuchitril que tenemos ahora. Al parecer lo noctambulo se me ha pasado un poco, pero debes de reconocer lo mucho que te hacian reir mis peroratas nocturnas, "Sólo la distancia de aquí hasta allá... sólo la distancia de aquí hasta allá!!!"...

Danna dijo...

Jajaja ¡Como no recordarlo amado mío, esa es vuestra frase memorable...! Cuanto te pregunte si tenias frio jejeje...y respondiste"solo la distancia que hay de ahi a aca.."" jojo y yo insistia ¿que amor, tienes frio?... "solo el camino que hay de aqui a ya.." jajaja que tiempos ¿no?!! Pero no estan, tan lejos esas locuras, hace un par de noches te quejaste de frio y no se como trajiste al Jaime a colación... solo que ya no insisto, solo me río... ya se con que clase de loco estoy tratando jeje

Te amo y te amare mientras respire

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.