miércoles, 26 de diciembre de 2007

"El caos"

Durante los años anteriores a mi "vida de a dos", el orden nunca fue un tema... No me molestaba entrar al dormitorio y que la cama estuviera deshecha, la ropa tirada en el piso o los libros acumulados sobre el velador, podía dormir perfectamente sumida en mi propio caos. Generalmente, una vez al mes, me ponía las pilas y hacia un aseo general de mi morada, pero no me complicaba mayormente el asunto...
Con mi Madre querida teníamos batallas campales por este motivo y es que no había manera que yo entendiera su manía de tener todo en su lugar. Tampoco entendía frases con las que me martirizaba los fines de semana -"Si tan solo volvieran a su lugar lo que usan..." gritaba ofuzcada cuando descubria mis zapatos en el living o cuando limpiaba el baño...
-"Por que si todos vivimos aquí solo yo limpio y cuido el orden..."
Sencillamente era incomprensible para mi su constante reclamo y me causaba gran irritación en mis momentos de descanso, por eso JAMÁS imaginé que me sorprendería algún día diciendo exactamente lo mismo.
Pasados los primeros meses de matrimonio, comencé a entender que ya no me daba lo mismo el desorden, que no podia vivir en el caos y que la limpieza era un requisito para ser feliz. Comprendi que la ropa debía ir en los cajones, no en el piso, que si sacaba la crema y la dejaba en el living, no vendría mi Madre a ponerla en su lugar por lo que, bien podría permanecer semanas ahí acompañada por la escobilla de zapatos de mi Esposo. Entendí que el baño no se limpiaba solo, que era una tarea ardua que se debía realizar todos los días y que la loza acumulada en el lavaplatos atraía a las moscas. También descubrí, con horror, que si bien yo no era la reina del orden, mi esposo Sí era Monarca del desorden y que si no me ponía las pilas pronto terminariamos viviendo en un basurero... Entonces desperto la "Luisa" que llevaba dormida en mi interior...
Poco a poco fui descubriendo que me gustaba mucho hacer las cosas de la casa y que era bastante maniaca con la limpieza; Que todo se veía mas bonito en su lugar y que no costaba demasiado si cultivaba el orden. También vislumbre la difícil tarea que se me venia encima con mi amado esposo que vivia sin problemas en su caos personal... y solo entonces entendí las palabras de mi madre, su lucha diaria contra nuestro monumental desorden y su frustración al ver que nada duraba mas que unas horas..

Mi lucha comenzó cuando decidi poner un alto al "caos" de nuestra casa y es que mi Amado Cristian tiene un sentido del orden bastante especial...
♥ Si él ve en cualquier parte de la casa ropa tirada en el pio, asume que es el lugar para dejar la ropa. Es decir, si por casualidad camino a la lavadora se me cayó una polera en el pasillo, pues el va y se desviste ahí dejando ordenadamente la ropa sobre la polera ¡en el pasillo!!... Donde vea un poco de ropa deja la suya, así que debo cuidarme de no dejar nada en el piso, por que ya me da tentación de risa cuando lo descubro y no logro enojarme.
♥ Lo de la tapa del baño, ya es batalla perdida... el dice que la necesita arriba y nada que alega cuando la encuentra a bajo...

♥ Si tiene 20 vasos y otros tantos tazones ¿para que enjuagar el que esta sucio en el lavaplatos? por eso solo tengo dos platos a mano, así se ve en la obligación de lavarlo si esta sucio y lo necesita.
♥ Si se saca los zapatos en el living, junto con la corbata, ahi pasaran la noche y quizas incluso la semana...

♥ Él tambien tiene sus manias... NO soporta los papeles en los bolsillos, por lo que se encarga de vaciarlos todos los días...¡en la mesa del comedor! Ahi también deja su billetera y lentes ¿Para que llevarlos al cuarto si lo va a usar mañana?

♥ Si la bandeja del equipo esta llena de discos que ya no quiere oír, pues los cambia, dejando todos los demás sobre el mueble por si los quiere volver a escuchar!!!!
♥ No es requisito que la cama este echa para acostarse, o el baño ordenado o el living limpio para sentirse cómodo, por eso no entiende mi mania de ordenar todo antes de ir a dormir...

Al principio yo vivía regañando por su caos y el enojado por mis manías, pero poco a poco hemos ido aprendiendo... Yo, a no ser tan maniaca y él, a ser mas ordenado, aun existen cosas que me hacen estallar en frases "mamisticas" y entonces comprendo lo loca que debí volverla yo a ella...
Me sonrio para mi y comprendo que solo estoy comenzando a expiar mis culpas...